Sorprende ver una estructura desnuda. El lenguaje más sincero de la construcción que poco a poco se viste y se ennoblece. En ocasiones pierde magestuosidad. . En la imagen inferior se puede ver el icono de la arquitectura de los años 20 en pleno proceso de construcción.
La fotografía podría estar sacada de la guerra de Yugoslavia, pero no, es la construcción (digamos precaria) de un sistema constructivo en evolución. Los sistemas porticados de hormigón armado, el sistema Dom-ino… A dia de hoy podría ser un conjunto de unidades de obra a rechazar, realmente es una obra idolatrada.
En la imagen de la parte superior, se puede ver una de nuestras obras, 100 años posterior a la obra de Le Corbusier, donde la expresión de la estructura se mantiene, al igual que los puntos principales de su obra (a excepción de la cubierta, que en nuestro caso es inclinada).
En el momento que tenemos una cubierta, aunque no tengamos la envolvente terminada, nos da una idea de volumen, que es una arquitectura temporal, que de por si podría ser una obra de arquitectura.
Las estructuras complejas, como la cubierta del museo Louvre de Abu Dhabi, obra de Jean Nouvel, de la cual traigo la siguiente foto de la Constructora San José, muestra una arquitectura en proceso, arquitectura por si misma. Una cúpula inmensa con una estructura caótica, bella a su manera.
Cuando el proceso constructivo es un baile armónico…
Somos capaces de construir estructuras que se mueven, como Theo Jansen o cualquier robot. Ahora imagina que le damos la vuelta a ese concepto y que el propio proceso constructivo es una coreografía.
Convirtamos el propio proceso constructivo en algo bello, como de una performance se tratase. Podríamos llegar a una obra de arte total en la que no solamente estaría diseñado y pensado desde la urbanización hasta la mirilla de la puerta, sino que el propio montaje sea digno de recordar.