Como blog especializado en construcción, es habitual que de vez en cuando volvamos al hormigón. Ese material que tanto nos ha dado en los últimos 150 años, y con anterioridad, incluso antes de llamarle de esa manera. Desde aquella época hasta hoy evolucionamos, sobre todo en control de calidad. La normativa, en particular la ISO 9001 es una norma de gestión de calidad aplicable a cualquier sector, que en particular en la construcción nos ayuda a garantizar una buena ejecución puesto que el texto certificado ISO 9001 lo consigue la empresa ejecutora del trabajo.
La aplicación de esta normativa nos permite mantener un control de materias primas (cemento, áridos, aditivos, acero) cuando las empresas que los proporcionan también nos muestran su sello de agente certificado. La buena aplicación de la normativa también permite una buena trazabilidad de los lotes de producción, de tal forma que a la hora de revisar el material fabricado también garantiza un buen seguimiento en caso de fallo de cualquier pieza.
Cuando se obtiene la certificación de empresa de hormigones prefabricados, por ejemplo en la fabricación de elementos no estructurales, se ejecutan procedimientos estandarizados en el curado, desmoldeo del hormigón endurecido y su transporte posterior. Una vez realizadas las piezas, también se realizan ensayos periódicos (resistencia, durabilidad, geometría) que permiten hacer un seguimiento sobre las piezas que se fabrican, para controlar la calidad de los resultados y detectar fallos de fabricación. Esto nos lleva a la última parte de este ciclo que es la gestión de no conformidades y mejora continua de los materiales producidos.

Los hormigones prefabricados de la imagen han sido realizadas por Prefabricados López, empresa que cuenta con dicha certificación, lo que refuerza su compromiso con la calidad, la mejora continua y la producción responsable. Por tanto, los productos incluidos en su catálogo de hormigones prefabricados responden a exigentes controles y estándares de fabricación, gracias a estas certificaciones, dando como resultado un producto de mejor calidad.
En el proceso de fabricación se realizan distintos controles, que tienen siempre que ver con normativa de aplicación que busca la excelencia de los productos. Así pues existe un control de materiales, una producción en fábrica con control da calidad, ensayos y un seguimiento del material producido.
Como mínimo se realizan estos controles de materiales:
- Cemento certificado según UNE-EN 197-1.
- Áridos según UNE-EN 12620.
- Agua y aditivos con marcado CE.
- Acero con marcado CE y certificado.
Cuando se pone el material en la zona de hormigonado se tiene en cuenta una dosificación precisa (relación a/c adecuada) para que el hormigón frague y endurezca de la mejor forma posible. En este hormigonado influyen varios factores y es por eso que hasta se tiene en cuenta el control de humedad de áridos que puede aportar unos mililitros de agua por metro cúbico.
Durante el proceso de hormigonado se debe realizar un buen vibrado y compactación de tal forma que el hormigón cubra por completo el encofrado o molde, con el fin de coger la textura deseada, y también rodear por completo el armado, que sirve de refuerzo interior frente a esfuerzos de tracción y cortante.
