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Intervenciones con estabilizadores de fachadas

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La intervención estructural en los edificios existentes nos obliga a tener precaución y cuidado con los elementos construidos, puesto que de forma general las fachadas se componen de elementos frágiles, donde cualquier fisura, grieta es posible, e incluso su estabilidad puede ponerse en peligro. Por esta razón se utilizan de forma habitual estabilizadores de fachada, sistemas de arriostramiento que nos permiten sujetar antes de intervenir.

Cuando hablamos de estabilizadores de fachada hablamos de sistemas formados por celosías y vigas aligeradas que se anclan a unos contrapesos de hormigón, que se acostumbran a ver apeando fachadas, y en particular en elementos construidos con una antigüedad señalada, o monumentales, y en ocasiones (en las menos, por suerte) en edificios mal construidos, donde es necesaria una intervención para evitar un derrumbe.

Cuando hablamos de estabilizar una construcción podemos pensar solamente en apeos, puntales, generalmente por el interior, pero los elementos de fachada son importantes, sobre todo por la seguridad y estabilidad estructural, pero también por la imagen exterior que producen. Un edificio mal conservado, en el momento que cuenta con un buen arriostramiento, con los apoyos bien replanteados, con un orden en la disposición de los estabilizadores de fachada, parece que es una muestra o una señal de las buenas intenciones de rehabilitación y una vuelta al orden.

Una posible clasificación de los apeos de fachada

Está claro que cuando intervenimos en fachadas estamos en el espacio público. En función del estudio de la situación constructiva de una posible fachada en ruinas, o en peligro de desplome o desprendimiento, se podrá estabilizar por el interior (dejando vista la fachada) o estabilizar por el exterior (ocupando la vía pública).

Cuando el arriostramiento se extiende en el tiempo…

Existen obras que desgraciadamente se extienden en el tiempo. Esto es, por ejemplo, edificaciones en ruinas pendientes de licencia de rehabilitación, o en el caso en el que la obra se prolonga, o cuando por naturaleza es una obra de larga duración.

En este caso, aparte de la necesidad de proyectar el estabilizador considerando su periodo de estancia y con éste el de retorno para el cálculo, se plantean necesarias unas revisiones periódicas que deben ser realizadas por profesionales con la experiencia y formación necesarias para ello, donde se comprobará el correcto estado del estabilizador de fachada, en cuanto a estructura, correcta fijación a la fachada, y anclaje a los contrapesos.

Los componentes del estabilizador de fachada se descargarán a su llegada a obra, desde los camiones de transporte, mediante grúa y elementos de izado adecuados. Se procederá a su montaje e instalación con personal especializado y con la necesaria revisión final y certificación por parte de un técnico competente. Posteriormente se realizará el proceso inverso de desmontaje y carga a los camiones, para su retirada de obra.

En las revisiones periódicas siguen siendo necesarias las medidas de seguridad de los trabajadores, y se deben de utilizar los sistemas de prevención frente a caídas de personas a distinto nivel, equipando a los trabajadores que inspeccionan la estructura con los equipos de protección colectiva e individual apropiados.

A la hora de montar la estructura de apeo y arriostramiento de fachadas , en los casos en los que sea necesaria una separación importante entre la estructura de apeo y la fachada, el correcto estudio de la rigidez de esta estructura es fundamental, ya que se puede poner en peligroso la estabilidad del conjunto.

Los sistemas de estabilizadores de fachadas más utilizados

Megatruss : El más potente sistema de mecano, con vigas Megaprop para formar celosías perperdiculares a la fachada. Adecuado para secciones que pueden superar los 5m garantizando máxima capacidad y rigidez.

Granshor: Sistema capaz de soportar altas cargas axiales de hasta 3.900 kN ELU por celosía. Su configuración modular permite la máxima rigidez con la mínima sección.

Megaprop: Son vigas diseñadas para soportar cargas axiales de hasta 1.000 kN ELS por pie. Su configuración de mecano permite acomodarse a cualquier sección según necesidades concretas de obra.

Superslim: Son vigas aligeradas con una capacidad de carga de trabajo de 150 kN ELS por pie. Es el mecano ligero de mayor versatilidad.

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