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Los mejores sistemas de protección pasiva contra el fuego

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Convivimos a diario con elementos que tienen un cierto riesgo de incendiarse y a su vez estamos en espacios donde el fuego puede propagarse, con una mayor o menor velocidad en función de los materiales que nos rodean. Las empresas especializadas en protección pasiva contra el fuego como puede ser Igesur se dedican a aplicar o recubrir los sistemas constructivos que tenemos a nuestro alrededor con el fin de reducir el peligro de propagación de las llamas y a aumentar el tiempo de resistencia de los materiales y las estructuras que nos rodean.

La protección pasiva es aquella que nos apoya desde el propio diseño. Podemos integrar soluciones de protección pasiva contra el fuego de tal manera que no dependeremos tanto de instalaciones o métodos activos de extinción.

Tomando como partida el propio diseño, la compartimentación de espacios, sectorización en función del uso, en función de la carga de fuego, etc, podemos crear espacios más seguros y fácilmente evacuables en caso de una emergencia causada por el fuego.

Además del tamaño y la posición del contenedor, debemos de proteger su envolvente y su contenido y para ello podemos utilizar métodos pasivos, soluciones constructivas que nos pueden dar unos minutos importantes para evacuar el edificio y ayudar a la extinción del incendio, o cuando menos a ralentizar su propagación.

Métodos pasivos de protección contra el fuego aplicando morteros y pinturas

Como norma general hablamos de soluciones constructivas que tienen una muy baja combustibilidad, en general son ligeros y además tienen una conductividad térmica baja, por lo que contribuyen al aislamiento térmico de los cerramientos, y cuando tienen un cierto espesor permiten reducir los puentes térmicos que en ocasiones vienen dados por el contacto de la estructura con el exterior.

  • Proyectado de mortero de lana de roca

Generalmente utilizamos el mortero de lana de roca para aislar forjados metálicos, estructuras metálicas en general y crear franjas cortafuegos. Su aplicación proyectada permite adaptarse al soporte sin fisuras y, por su capacidad aislante, aguantar cambios de temperatura. Se aplica con una máquina neumática, por presión de aire, con una pistola de proyección, mezclando con agua. El acabado se puede pintar con pintura plástica o acrílica.

  • Aplicación de pintura intumescente

En ocasiones nos encontramos con una estructura metálica vista, donde realmente lo que importa es su esbeltez. Por esa razón la elección de un sistema de protección de unos milímetros de espesor es interesante, ya que no desvirtuamos la imagen de la estructura. En el momento que el calor aumenta, la pintura intumescente da lugar a una masa carbonosa mediante una reacción química que produce un aumento de 50 veces su volumen inicial, apareciendo de golpe una protección de un par de centímetros, capaz de proteger la estructura del fuego hasta 120 minutos (dependiendo del espesor que se aplique), sistema válido para prácticamente cualquier uso habitual, e incluso algunos locales de riesgo bajo.

El espesor a aplicar dependerá de la estabilidad al fuego que se requiera, teniendo en cuenta para cada perfil el Factor Forma, y el ensayo específico de la pintura y su certificado según la norma EN13381-8L.

  • Aplicación de barniz ignífugo
wooden terrace with table and benches near house
Photo by Max Vakhtbovych on Pexels.com

El Código Técnico de la Edificación procura que, una vez declarado un incendio, se reúnan las condiciones necesarias para proteger a quienes se encuentren en el interior del edificio, prevenir daños en inmuebles o establecimientos próximos y facilitar la intervención de los equipos de rescate “teniendo en cuenta su seguridad”. Con la aplicación de barniz ignífugo prolongamos el tiempo de resistencia de la estructura de madera. Se debe de considerar como un refuerzo de la estructura de madera. De cualquier forma si se trata de una estructura de madera nueva, es conveniente mantener los espesores de recubrimiento exigidos por la norma y no depender del espesor «extra» que podría reducir el barniz.

  • Proyectado de mortero de vermiculita

Podría afirmar que se trata del método «todo terreno» Se puede aplicar sobre cualquier superficie metálica, hormigón, estructuras de madera, lonas, etc. Generalmente contiene perlita, que es una roca volcánica que tiene agua en su interior, no tóxica, incombustible y muy ligera. Cuando se somete a un proceso de trituración y expansión adquiere un gran volumen, bajando su conductividad térmica. Esta propiedad se mantiene incluso alcanzando los 1200ºC. Cuando se combina con la vermiculita, mineral de estructura laminada que aumenta hasta 20 veces su tamaño original, se convierte en el recubrimiento perfecto para el fuego. Estéticamente es mucho más rugosa que los otros sistemas.

  • Aplicación de pintura ablativa

Esta pintura permite mejorar el rendimiento frente al fuego de las estructuras de hormigón. Hablamos de losas, muros portantes, vigas y pilares. Aumenta el REI hasta los 180 minutos. Realmente lo que hacemos con esta pintura es proteger el acero, la parte débil del hormigón estructural. De esta manera se evita el spalling (desprendimiento violento del recubrimiento de hormigón debido a una variación brusca del acero). La pintura ablativa genera una capa protectora adecuada, hidrófuga y no tóxica.

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