Últimamente no paramos de escribir artículos relacionados con las reformas. Desde el convencimiento de que debemos conservar en la medida de lo posible las construcciones existentes, tanto por su valor histórico como sentimental en algunos casos, a través de la rehabilitación y restauración. Un factor importante de este tipo de obras es que existen infinidad de posibles adaptaciones de mobiliario, generalmente a medida.
Pero no todo a medida se da en rehabilitación. Cuando el diseño es muy específico, o muy poco específico y no modulado tenemos que recurrir a soluciones a medida que nos resuelvan la función y la estética de los armarios.
En el momento que vamos a mirar muebles descubrimos que existen distintas adaptaciones que podemos utilizar, aunque no siempre nos acordamos de ellas cuando pedimos un armario a medida. Es por eso que este artículo pretende recopilar las opciones a destacar cuando pedimos un armario, si somos clientes ya que también nos importa el precio, o cómo definirlo, si somos los diseñadores o prescriptores.
En primer lugar debemos de definir el tipo de apertura. Las puertas y su movimiento condicionan el cómo nos movemos por el cuarto, y debemos valorar la facilidad para coger volúmenes grandes, el abanico de apertura de la puerta y el espacio restante. Si pretendemos una imagen de puertas completamente enrasadas debemos de decantarnos por puertas batientes, esto implica bisagras y un ancho de puerta capaz de dejar libre algo de paso entre la puerta completamente abierta y lo que pueda haber detrás. Imagínate quedar atrapado entre la cama y el armario cuando abres las puertas del armario. La apertura de puertas corredera no garantiza un plano continuo, y a diferencia de las puertas batientes, no permite la apertura completa del armario. Por ejemplo, si tienes un armario compartido con otra persona, el lado de uno siempre estará cerrado mientras el otro lo tiene abierto, en el caso de que fuesen dos hojas claro.
Imagen cedida por Armarios OMO Barcelona
Una vez hemos decidido el sistema de apertura debemos de considerar el material, ya que nos permitirá definir mejor los complementos como los cajones, los zapateros, incluso para las fijaciones de los kits para el orden de la ropa interior o la bisutería.
Si queremos pedir un armario a medida principalmente podemos considerar estos tipos de madera (digo madera principalmente incluyendo sus derivados): madera maciza, tablero de virutas (aglomerado) chapado o melaminado, tablero de MDF o DM, y tablero fenólico o contrachapado, de precios muy variados y diferentes propiedades.
Cuanto más dura sea la madera mejor funcionarán los sistemas de cajones. En el caso de los cajones con frenos, la propia rigidez del cajón es importante, y si se trata de un mueble de uso frecuente será necesario exigir un tablero resistente. De la misma manera, la apertura de puertas a 180 º, si , con esas no te quedas atrapado, se permite gracias a las bisagras superacodadas, y el propio esfuerzo del tablero también será soportado cuanto más estable sea la madera.
Si somos inteligentes y creativos, podemos utilizar aquellos tipos de madera según sus exigencias, y combinar, como hemos hecho en la imagen principal, combinar un tablero resistente como es el bambú en el mesado, y tablero DM lacado en los cajones.
Todo lo que te imaginas es posible tenerlo, solamente debemos de saber transmitirlo.
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