Imagina una extensión de tu mano capaz de cortar metal, serrar tabla, pulir perfiles durísimos de acero. Por el momento no existe, pero si utilizas las dos manos podrás utilizar una amoladora angular, que por naturaleza tiene discos intercambiables y podrás hacer todo eso y más.
He trabajado personalmente con varias de estas, y lo que puede parecer una herramienta dócil, como un caballo bien enseñado, puede ser un toro de rodeo, de ahí lo de las dos manos. En este artículo comentaremos brevemente los tipos de amoladoras y las recomendaciones de uso de estos aparatos, incluyendo alguna situación real que te puedes encontrar, y un consejo de qué puedes hacer si te ves en ella.
Se trata de una herramienta manual eléctrica, con un funcionamiento muy básico. Un motor de alta potencia hace girar un disco a través de unos engranajes o bien directamente en el caso de las amoladoras rectas. La velocidad y la fuerza del motor se ve complementada con la capacidad del disco para hacer el trabajo. De esta manera, no sirve de mucho un gran motor si el disco no es el apropiado. Es como tener un deportivo de gran cilindrada con los neumáticos pinchados, no vamos a ninguna parte.
Discos de corte, desbaste y pulido para amoladoras
Los discos tienen dos tamaños estándar, dependiendo de la máquina. Generalmente son discos de 115 o 125 mm de diámetro en las amoladoras pequeñas, las que alguno se atreve a coger con una mano, y los discos de 230 mm de diámetro de las amoladoras grandes, aquellas que ninguno se le pasa por la cabeza cogerlas con una mano.
Tanto las amoladoras baratas como las caras utilizan estos tamaños estándar, de manera que podrás conseguir buen resultado si el disco es apropiado para tu tarea.
Si lo que quieres es cortar, no sirve cualquier disco de corte. Los discos para madera son dentados, y no les sienta nada bien que la madera tenga «tropezones» metálicos, como puede ocurrir con las maderas de los encofrados de una obra. Ojo a las sorpresas indeseadas, desde la rotura del disco al tiro parabólico de proyectil en forma de punta de acero.
Si lo que vas a cortar es acero, debes de tener en cuenta que los discos propios para el acero van a ir perdiendo diámetro. Además de ir descomponiéndose a medida que cortan y sueltan «chispitas» debes de utilizarlos manteniendo siempre el mismo ángulo de corte. Cuando se fuerza el disco lateralmente existe la posibilidad de que rompa.
Si lo que necesitas es desbastar, los discos cambian de proporción y son más anchos, y se utilizan en su cara plana en lugar del canto. Para esta tarea es habitual ver amoladoras sin la debida protección, pero recuerda que la protección viene por una sencilla razón.
Los discos de pulido se utilizan de la misma manera, pero tienen otro acabado, y manejarlos requerirá más destreza para conseguir un acabado perfecto.
Recomendaciones de uso y mantenimiento
Cuando termines de utilizar la amoladora es muy importante que la guardes en perfectas condiciones. Solo así podemos garantizar que cada vez que la vayamos a usar esté como el primer día y también que nos dure más tiempo a pesar del uso.
- Limpiar bien toda la herramienta y los accesorios que hayas utilizado. Creo conveniente avisarte de que cuando trabajas con más herramientas eléctricas al lado, debes de asegurarte de que no entran virutas, gotas, etc , en la zona de aspiración del motor, porque la puedes «liar parda».
- Almacena el cable en buena condiciones para que no se rompa al doblarlo.
- Quita la batería si es necesario (en caso de que funcione con batería)
- Retira el disco y límpialo perfectamente quitando todo los restos de otros materiales que se puedan haber quedado en el mismo.
- Puede que en alguna ocasión tengas que engrasarla o cambiarle alguna pieza.