Empieza la desescalada en España. Próximamente los técnicos como nosotros dejaremos de seguir trabajando desde casa, y podremos volver a hacer mediciones y visitas en edificios con gente, viajando en coche con ciertas restricciones… aunque ya vemos el final de la pandemia muy cerca. Por esta razón nos imaginamos también cómo podrán ser nuestros espacios de trabajo, las oficinas de atención al público, los espacios de coworking…
En España las empresas de construcción han vuelto a la obra. Todavía no estamos dando el paso, pero próximamente habrá una enorme tendencia de reformas de oficinas para adaptarnos a las recomendaciones sanitarias lo antes posible, incluso es probable que cambie alguna norma técnica que nos obligue a distribuir los nuevos espacios de otra manera.
Según un artículo en IconDesign (elpais.com) el colectivo estadounidense de arquitectos Mass Design Group, especializado en arquitecturas de centros de salud y de emergencia (SARS a principios de siglo y la crisis del Ébola, después), ha decidido compartir su conocimiento en una guía de condiciones que deben reunir los centros de atención en casos de infecciones contagiosas. El manual desciende hasta el mínimo detalle en esta hoja de cálculo: materiales, separaciones, sistemas de ventilación, mobiliario, instalaciones higiénicas, y hasta el número de papeleras, necesarios para garantizar la cura, evitar la propagación y proteger la dignidad de los pacientes. Este documento al que hacemos referencia se incluye en el apartado de referencias, al final de este artículo.
Las reformas de oficinas
Cuando llevamos estas ideas al espacio de trabajo, con el formato de oficina, debemos de mantener los mismos criterios a la hora de pensar el espacio.
Distribución del espacio: La ampliación de la distancia física no implica un distanciamiento social. Debemos de conseguir espacios que nos permitan trabajar con la suficiente comodidad y que nos mantengan en una relación digna con los compañeros de oficina. Las nuevas particiones deberán de permitir la transparencia, a la vez que deberían de ser fácilmente limpiables y resistentes a líquidos desinfectantes.
Acabados y mobiliario: Lo mismo sucede con el mobiliario y los pavimentos. Cada vez utilizamos superficies más lisas y derivadas de plásticos o vidrios. Esto no supondrá un gran cambio, simplemente los debemos de limpiar más a menudo.
Sistemas de ventilación: Este sector es probable que sufra una nueva revolución, con más filtración de aire, incluso reconduciéndolo de forma diferente a como estamos habituados. Habrá que ver cuales son las indicaciones de los técnicos sanitarios. Según el artículo que citamos de referencia, los espacios abiertos no son óptimos para evitar la propagación de virus como este que nos tiene la boca ocupada durante buena parte del día.
Zonas comunes: ¿Bajaremos a tomar el café manteniendo la distancia? ¿Lavaremos las manos antes de utilizar máquinas expendedoras y pantallas táctiles? Dependemos fundamentalmente del equipamiento y del abastecimiento de productos desinfectantes, y de la buena práctica en general.
Mantenimiento: Para aquellos locales que tenían unos ciclos de limpieza… habrá que aumentar la frecuencia de las limpiezas, de manera que se pueda mantener un ambiente óptimo y reducir posibles probabilidades de contagio.
¡Muy buen artículo! El ser humano tiene una capacidad enorme de adaptarse a los cambios y este es uno de ellos, en estos tiempos que corren se debe prevalecer por encima de toda la comodidad y seguridad en un espacio cerrado como es una oficina. Todo lo que puntualizáis es bien cierto, la manera de pensar la distribución del espacio, las zonas comunes o el mantenimiento deberán estar planteadas y pensadas con la premisa de las nuevas tendencias, normas con relación al virus y al contagio, por suerte ya vemos la luz del túnel, pero estos cambios han llegado para quedarse y es una realidad.
¡Muy interesantes, gracias por compartir!