En estos dias de frío de invierno, en el hemisferio norte, estamos buscando continuamente una fuente de calor. A medida que la Navidad llega la sensación de frío aumenta debido al clima. Aunque parezca mentira sigue habiendo accidentes por causa de aparatos eléctricos muy básicos o defectuosos. Estuve echando un ojo a estos modelos en klimaelectric y creo que es importante tener algunos conceptos claros.
Cuando no disponemos de un sistema de calefacción por aire o por agua, como puede ser el suelo radiante, o radiadores por agua, la opción eléctrica cobra sentido.
Cuándo elegir un calefactor eléctrico
Se trata del radiador más simple de instalar. Solamente necesita un punto de conexión eléctrica, un enchufe. Eso si, dependiendo de la potencia del radiador tendremos que tener un único interruptor de protección para cada radiador, y un cable de sección adecuada.
Lo más razonable es utilizar este tipo de aparatos en habitaciones relativamente pequeñas, 12-15 m2, con techos de altura normal menores de 3 m de altura. Si tenemos más volumen tendremos que recurrir a más de un emisor eléctrico o a otro sistema. En el último apartado del artículo tienes una fórmula para poder calcularlo.
Cómo colocar un calefactor eléctrico
Además de la propia instalación del radiador, que puede ser enganchado o colgado como un cuadro de la pared, importa su posición dentro de la habitación. No basta con colocarlo en donde tengamos el enchufe, sino que hay unas cuestiones de movimiento del aire que son importantes.
Hay que considerar la corriente de convección que genera el aire al calentarse. Por esta razón se instalan generalmente debajo de los huecos de la fachada. El aire frio que bajaría bajo la ventana cambia su sentido de movimiento debido a la fuente de aire caliente.
En algunos casos se coloca empotrado bajo una repisa. Esta solución reduce la fuerza del aire de convección, empeorando la eficiencia del radiador.
Si te das cuenta, el radiador se llama así por la radiación del calor, la cantidad de energía que desprende desde su superficie al exterior. También calienta por contacto y por convección.
La separación del radiador con el suelo también es importante, y la propia limpieza de la parte baja del radiador. Cuando la suciedad se acumula bajo este, sube por efecto de la convección y se calcina polvo y suciedad, con humedad en el interior de los elementos, provocando una mancha sobre la pared. Fíjate en las paredes en las que hay un radiador que no coincide con una carpintería, la pared suele estar sucia.
Dimensionar un calefactor
Lo que necesitamos es dimensionar la potencia que necesitamos. En función de la potencia nos resultará un cierto tamaño, que en el caso de los radiadores convencionales se mide en elementos.
Las estimaciones que nos podemos encontrar son orientaciones para los tamaños habituales de radiadores, con una altura tipo. Cuando se trata de radiadores de perfil bajo, o con formas poco habituales, debemos de considerar su potencia, no dejarnos llevar por el número de elementos. (En un radiador de perfil bajo, a mismo número de elementos, menor potencia)
Para calcular la potencia de calefacción que necesitaremos por metros cuadrados (en W), plantearemos la siguiente fórmula de cálculo que será válida para estancias con una altura menor de 2,5 metros cuadrados:
Potencia requerida (W)= AxBxCxDx85
- A= área en m2
- B= coeficiente en función de la orientación – Norte: (VALOR = 1,12) Sur: (VALOR = 0,92) Este y oeste: (VALOR = 1)
- C= coeficiente en función del aislamiento – Buen aislamiento: Ventanal doble y tabique doble (VALOR = 0,93) Asilamiento sencillo: Ventanal sencillo y tabique doble o ventanal doble y tabique sencillo (VALOR = 1) Sin aislamiento: Ventanal sencillo y tabique sencillo (VALOR = 1,10)
- D= coeficiente según zona climática
Zona A: (VALOR = 0,88)
Zona B: (VALOR = 0,95)
Zona C: (VALOR = 1,04)
Zona D: (VALOR = 1,12)
Zona E: (VALOR = 1,19)