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Riesgos para la salud asociados a los trabajos de carpintería

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La carpintería es un oficio tradicional dentro del gremio de la construcción. Prácticamente podría decirse que es un oficio ancestral que requiere habilidades, destreza y conocimientos muy especializados. Sin embargo, pese a toda la historia de la carpintería, el tratamiento de las enfermedades asociadas a su práctica es ahora cuando empezamos a tomarnos más en serio todos aquellos riesgos asociados al trabajar con madera y herramientas propias de esta profesión. Esto pasa sobre todo por el hecho de trabajar con maquinaria de altas revoluciones, produciendo mucho más polvo, virutas y serrín que antiguamente.

Cuando trabajas con un herramientas de carpintería puedes no ser consciente de la cantidad de problemas que pueden derivar del trabajo intenso con la madera, porque es una herramienta que apenas levanta polvo. Pero en el artículo de hoy indicamos los peligros potenciales, incluyendo enfermedades laborales, y destacamos las medidas de seguridad necesarias para garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable, basándonos en estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en nuestra experiencia trabajando la madera.

En este estudio hablan sobre todo de los riesgos relacionados con el polvo de madera, algo que ya indicabamos anteriormente. Este estudio ha demostrado que el polvo generado al trabajar con prácticamente todo tipo de madera, y puede ocasionar una serie de problemas de salud, tales como irritación en los ojos y lagrimeo. En otros casos, también es posible que se produzcan problemas en la piel, como dermatitis. En las vías respiratorias puede provocar alergias como rinitis y/o asma. También producen síntomas físicos como hemorragias nasales y en ocasiones náuseas, vómitos, jaquecas y/o vértigo.

Pero podemos hablar también de los problemas físicos asociados al trabajo con madera, que en este caso son más históricos, más conocidos y aceptados. ¿Quien no conoce a un carpintero que se haya quedado sin una uña, sin un dedo …?? O que se le haya ido la mano con herramientas para madera. Los trabajadores del sector de la carpintería están constantemente cerca de sierras y elementos punzantes, que aumentan el riesgo de cortes, bien por su descoordinación puntual o patológica, o bien por la presencia de material mal colocado, por descuidos u otras circunstancias.

man holding wooden stick while drilling hole
Foto de Thijs van der Weide en Pexels

El trabajo constante con elementos de grandes proporciones, como tablas, tableros, troncos, listones, vigas, etc produce pequeños golpes, choques que en ocasiones son más acusados y peligrosos. Con un leve movimiento de un tablero o un listón puedes provocar alguna rotura de elementos de tu alrededor, como por ejemplo una ventana, pero también producirte lesiones por impacto.

Las manos de los profesionales de la carpintería suelen estar muy protegidas o bien muy desgastadas (aquellos que no llevan guantes). Las fibras de madera y las posibles astillas labran la piel de todos los trabajadores que deciden sentir el tacto de la madera.

La Organización Mundial de la Salud ha clasificado los tipos de madera y las patologías derivadas de los procesos de transformación de la madera. También ha estudiado los beneficios de la construcción de madera (muy buenos) de cara a la sostenibilidad de la construcción, el ahorro energético, y la higroscopicidad de las construcciones de madera. Llega el momento de evaluar los beneficios y las problemáticas intrínsecas a este tipo de construcción.

Trabajar con diferentes tipos de madera (dura o blanda, botánicamente hablando…)

Las maderas blandas son generalmente de coníferas (pinos, abetos, cedros), mientras las maderas duras son de árboles de hoja caduca (haya, roble) y de ciertas especies tropicales (caoba, teca). Esta distinción es puramente botánica y no se corresponde con la dureza física de la madera. Como las maderas duras son cancerígenas, las medidas preventivas a adoptar cuando se trabaja con ellas son mucho más exigentes que con las maderas blandas. Por ello es necesario conocer la identidad de las maderas utilizadas y su clasificación en duras o blandas.

Cuando no sea posible saber si la madera empleada es dura o blanda, como ocurre por ejemplo cuando se trabaja con maderas aglomeradas, deberá considerarse que la madera es dura, y adoptar las medidas preventivas correspondientes.

crop artisan grinding wooden detail
Foto de Anna Shvets en pexels.com (ojo , no está usando medidas de seguridad en las manos, ni protección en la sierra, es un ejemplo de mala utilización de esta herramienta)

Riesgos específicos de la manipulación de madera

En los procesos de aserrado y corte se puede afectar a los sentidos de siguiente maneras: por ejemplo, el polvo de madera de abeto y arce puede provocar enfermedades como dermatitis, mientras que el nogal puede causar dermatitis y conjuntivitis. El trabajo con madera de pino, cedro y roble pueden producir la aparición de síntomas de rinitis y asma, cuyo diagnóstico deberá ser realizado por un profesional.

Para reducir este riesgo es conveniente trabajar en un lugar ventilado, y en la medida de lo posible instalar campanas de aspiración o aspiradores profesionales, si fuese posible de clase M, que eliminan el polvillo de forma eficiente. Aunque tengamos un buen ambiente «respirable» conviene utilizar mascarillas y protectores auditivos que evitan tanto la entrada de polvo en las vias respiratorias, como en los oídos (además de reducir el ruido de sierras u otras herramientas)

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