Este tipo de estructura mixta lo venimos utilizando en las últimas obras. Se trata de la solución ideal para evitar puentes térmicos en fachada a la vez que los pilares no sobresalen de la envolvente, evitando de esta manera los odiosos pilares en esquina, o obstaculizando armarios…
Cuando pensamos en una estructura de hormigón nos viene a la cabeza una estructura pesada. Aparentemente el tipo de estructura que estamos planteando tiene una ligereza «desenfadada». El hecho de ver todo el peso de una losa (pongámonos en 22 cm de losa con un peso medio de unos 550 kg/m2) sobre unos pilares de apenas 10 x 10 cm dispuestos cada 4 o 5 metros, perfectamente integrables en los tabiques interiores y en el espesor del cerramiento.
A pesar de lo difícil que puede parecer, este encuentro se soluciona con un armado apropiado en la losa y con un apoyo correcto, aunque sea en los extremos de la losa, donde el cortante de la losa es máximo y hay punzonamiento.
El monolitismo de la losa permite tener planos quebrados, huecos, con una textura contínua y limpia, sobre unos pilares mínimos, convenientemente arriostrados con cruces de San Andrés, como en este caso. En esta obra nos permitimos el jugar con el arriostramiento, en una dirección resuelto con una pantalla de hormigón, que al mismo tiempo tiene huecos aparentemente en damero, sin conexión.
Si estás atento a las publicaciones del Diario de obra del blog podrás encontrar la solución.
Lo que aparentemente son pilares que salen del muro, realmente vienen de la cimentación. El muro sirve para reducir el pandeo de los pilares, y el arriostramiento a los movimientos laterales está resuelto con la cimentación del patio del limonero, ¿recuerdas? Esta vivienda tiene un patio central que, a nivel de sótano, es un muro que funciona de maceta, en el que llueve y en el que hemos plantado un árbol.